El primer productor mundial de plástico ha anunciado un plan para reducir su uso en un esfuerzo por hacer frente a una gran cantidad de material desechado que se ha convertido rápidamente en una de las crisis ambientales más apremiantes del mundo. El gobierno chino también se compromete a acelerar el reciclaje e introducir políticas preferenciales para promover el embalaje ecológico y la entrega urgente.
Entre las pautas para eliminar gradualmente los productos plásticos no biodegradables se encuentra establecer plazos para prohibir o restringir el plástico de un solo uso, fijado en las principales ciudades para fines de 2020 y en todas las ciudades y pueblos para 2022. La industria de los restaurantes también tendrá prohibido el uso de pajillas de un solo uso para fines de este mismo año. También se prohibirá la producción y venta de bolsas de plástico de menos de 0.025 mm de espesor.
China ha estado luchando durante años para lidiar con la basura que generan sus 1.400 millones de ciudadanos. El basurero más grande del país, del tamaño de unos 100 campos de fútbol, ya está lleno, 25 años antes de lo previsto. Solo en 2017, China recolectó 215 millones de toneladas de residuos domésticos urbanos.
Con 8,8 millones de toneladas métricas, el país asiático es líder en desechos plásticos vertidos a los océanos, seguido por Indonesia con sólo 3,2 millones. El país produjo 60 millones de toneladas de residuos plásticos en 2010, seguida de los EE. UU. con 38 millones de toneladas, según la publicación en línea Our World in Data con sede en la Universidad de Oxford.
Alrededor de 300 millones de toneladas de desechos plásticos se generan cada año, y el 60% de ellos se han derramado en vertederos o en el medio ambiente natural, según un informe de las Naciones Unidas. Ya sea que termine en el océano, un río o en tierra, la durabilidad del plástico y la resistencia a la degradación hacen que sea casi imposible que se descomponga por completo, lo que hace que persista durante siglos.
Las regulaciones sobre el plástico de un solo uso están en aumento a nivel mundial, según un informe de BloombergNEF. Francia prohibió el uso de platos de plástico, tazas y bastoncillos de algodón a partir del 1 de enero con el objetivo de eliminar gradualmente todos los artículos de un solo uso para 2040. Tailandia y Nueva Zelanda han impuesto restricciones o prohibieron las bolsas de plástico de un solo uso.
No es la primera vez que China le declara la guerra al plástico. En 2008, las autoridades prohibieron la producción de bolsas ultrafinas y conminaron a los puntos de venta a empezar a cobrar a sus clientes por cada una de ellas. El estallido del comercio electrónico en el gigante asiático, del que participaron unos 600 millones de personas en el último año, ha supuesto la apertura de un nuevo campo de batalla en la lucha medioambiental.