15 de septiembre, 2020 a las 2:59 PM
Amenazas de ruptura a la manufactura han dirigido el enfoque lejos de meramente reducir los costos
Andrew Jack 7 de OCTUBRE, 2020
Cuando Marshall Fisher revisó recientemente el esquema de su serie de clases sobre la gestión global de la cadena de suministro en Wharton Business School la cual empieza este mes, se dio cuenta que requería alguna reelaboración extensa.
“Decidí tirar el curso a la basura y comenzar de nuevo,” dice el Sr. Fisher, profesor de operaciones, información, y decisiones.
Desde entonces, ha actualizado la mitad de sus 13 clases programadas con ejemplos frescos relacionados al coronavirus. “Pensé que no podía simplemente enseñar de nuevo la misma clase. Cada que uno abre el periódico ve COVID y cadenas de suministro.”
La ruptura de la pandemia en 2020, viniendo por arriba de las incertidumbres que rodean las guerras comerciales entre EE. UU. y China y negociaciones de Brexit, ha ayudado a convertir un tema que alguna vez fue de especialista a uno de creciente importancia para empresas, escuelas de negocios y la sociedad en general.
El comercio transfronterizo comprendió solo 5% del PIB a mediados del siglo 20, pero hoy es más cerca a 50%, dice el Profesor Fisher. Esto ha sido acompañado por una extensión rápida de cadenas de suministro globales con productos y sus componentes que suelen ser fabricados en varios países, impulsados por la mano de obra barata y transporte y comunicación más fáciles
“El mundo ha presionado el botón de pausa por lo menos en la globalización,” agregó. “Trump y Brexit juntos han hecho mucho ahora con (discusiones sobre) escaseces de todo tipo de cosas y nacionalismo económico. Se está viendo un grito de Guerra en contra de la globalización.”
Jeremie Gallien, en London Business School, dice que la gestión de la cadena de suministro solía ser percibida como un “componente de nicho” del plan de estudios de educación empresarial. Sin embargo, su escuela ha visto crecimiento en demanda por sus diferentes cursos enfocados en esta especialidad y ha lanzado un nuevo programa de educación ejecutiva sobre el dominio de la resiliencia operativa.
“En la secuela del primer brote de COVID, muchas empresas se encontraron luchando por la sobrevivencia o dándose cuenta de la importancia de incrementar su resiliencia para reducir costos que incurrirán durante la siguiente ruptura,” dice.
Si el énfasis por un largo periodo de tiempo fue en crear cadenas de suministro eficientes y esbeltas, ahora hay un enfoque nuevo en cadenas de suministro “cortas” para reducir los riesgos de ruptura entre países, según Prashant Yadav, profesor afiliado de gestión de tecnología y operaciones en Insead. Las contingencias relacionadas al COVID-19 han traído esto aún más al frente.
“Es más difícil conseguir el interés del estudiante si uno enseña conceptos de cadenas de suministro sin poder relacionarlo al COVID-19,” afirma. Él ha estudiado por mucho tiempo las aplicaciones a medicinas pandémicas y suministros de vacunas, escribiendo estudios de casos incluyendo uno sobre las presiones sobre Roche, la compañía farmacéutica suiza, cuando enfrentó un surgimiento enorme en demanda por su droga antiviral Tamiflu durante la epidemia de gripe aviar de 2009 (H5N1).
Si los estudiante y los ejecutivos con experiencia se han vuelto más interesados en aprender sobre el campo, los académicos también están refinando su investigación. El Profesor Gallien dice que mucha atención se ha enfocado tradicionalmente en el uso de modelos matemáticos para analizar las compensaciones de las empresas individuales entre los niveles de servicio al cliente y el costo. Luego exploraron la teoría del juego para entender los beneficios mutuos de cooperación y mejoraron la rentabilidad a lo largo de toda la cadena de suministro.
Ahora, dice él, hay una examinación de resiliencia y sustentabilidad, y un cambio hacia la investigación basada en la práctica, con profesores trabajando junto con compañías directamente con datos específicos para resolver los retos que enfrentan, desarrollar acercamientos y probarlos en la práctica.
Junto con la importancia de la agilidad y la resiliencia en el trabajo de la cadena de suministro, el Sr. Yadav dice que el coronavirus ha traído atención a dos temas previamente ignorados: un mayor enfoque en el papel del gobierno y los tomadores de decisiones del sector público, y enfoque para “colaboración horizontal” entre competidores tradicionales tales como fabricantes de vacunas y minoristas de alimentos.
El Profesor Fisher advierte que los llamados durante la pandemia para un cambio lejos de la producción “justo a tiempo” y para la producción basada localmente en las cadenas de suministro están mal guiados. “¿Cuánta acción puede mantener usted? Quizá suficiente para un mes para ayudarlo durante una fase de transición,” dice él. “Si usted se limita a proveedores en, por decir, EE. UU., lo único que ha hecho es constreñir su base de suministros.”
El Profesor Gallien dice que el principal mensaje para organizaciones debería ser examinar su resiliencia operacional, para entender la medida en la que una cadena de suministro puede continuar funcionando con costo mínimo frente a las rupturas. “El mayor reto que las empresas deberían enfrentar ahora es la falta relativa de conciencia de – y muchos menos de las métricas – del riesgo financiero para la empresa que está asociada con diferentes proveedores.”