Algunos de los principales empresarios y líderes políticos se dan cita esta semana en Davos, Suiza, para participar en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), principal reunión anual de la élite económica mundial., que este año celebra medio siglo de existencia.
Lo más selecto de la clase ejecutiva global acude al Foro de Davos. Este año se han anunciado 2.800 participantes de 118 países, de los cuales 282 son figuras públicas, incluyendo 53 jefes de Estado y de gobierno. Unos 1.700 líderes del mundo de los negocios, 220 editores, presentadores y columnistas, 40 líderes culturales, 34 emprendedores sociales, 32 pioneros del sector tecnológico y un centenar de líderes juveniles también figuran en la lista de invitados. La completan medio centenar de activistas y responsables de ONG internacionales, así como dirigentes sindicales y personalidades de distintas religiones.
El evento ha ganado una reputación de dogmatizador de altos vuelos dado que la élite mundial se reúne en Davos para intercambiar opiniones sobre los temas que elige el fundador del WEF, Klaus Schwab. Algunos de los tópicos más importantes que se debaten en esta edición son: las perspectivas para el comercio, el crecimiento económico global, las compañías tecnológicas, el futuro del multilateralismo y el orden geopolítico.
El mantra del Foro de Davos en su reunión de este 2020 pasa por avanzar hacia un capitalismo donde el objetivo de las empresas vaya más allá del beneficio y genere valor para todos los partícipes. Se trata de apostar por un modelo económico integrador y sostenible, que corrija los problemas que existen actualmente y que se han agudizado desde la crisis financiera.
Es necesario que las empresas paguen un porcentaje equitativo de impuestos, tolerancia cero frente a la corrupción, respeto a los derechos humanos en sus cadenas de suministro mundiales y la competencia en igualdad de condiciones. Ocupamos crear nuevos parámetros que permitan medir la creación de valor compartido, de los objetivos ambientales, sociales y de gobernanza. Davos va a discutir, precisamente, qué métricas e indicadores hay que tener en cuenta tanto a nivel empresarial como a nivel de políticas públicas para ampliar el concepto de crecimiento y valor a largo plazo.
En enero de 1971, Klaus Schwab, entonces profesor de economía en la Universidad de Ginebra, organizó en Davos el primer “Foro de Gestión Europea”, al que asistieron decenas de responsables del sector privado, de la Comisión Europea y académicos estadounidenses para discutir la forma de impulsar el progreso de Europa en medio de la Guerra Fría.
Desde entonces cada año tuvo lugar la reunión, hasta que en 1987 tomó el nombre de “Foro Económico Mundial”, en la medida en que su agenda y el tipo de participantes se ampliaron para incluir temas económicos y políticos de impacto mundial. Un año crucial fue 1979 por la presencia de una delegación del Gobierno chino, que en esos años carecía de espacios de diálogo con la élite occidental, una experiencia que ocho años después se repetiría con una delegación de la Unión Soviética.
La presencia de políticos de alto rango y jefes de Estado se fue haciendo usual en este evento, lo cual lo hizo convertirse en un espacio privilegiado de negociaciones políticas. Este año será la ocasión para que algunos líderes mundiales, incluidos Angela Merkel, de Alemania y Pedro Sánchez, de España, tengan la oportunidad de reunirse por primera vez para discutir cara a cara los acontecimientos recientes. Por otro lado, el francés Emmanuel Macron y el canadiense Justin Trudeau serán las grandes ausencias de la cita.
Uno de los invitados que más expectativa ha generado es Donald Trump, quien en medio de su juicio político viajará a Davos para participar del evento. No podemos olvidar que, aunque el presidente estadounidense ha suavizado la retórica comercial, las tensiones que desencadenó su administración aún dejan dudas sobre la perspectiva de crecimiento global.
México en el Foro
La secretaría de Economía, Graciela Márquez, es quien representa a México en el Foro Económico Mundial. Su encomienda es estrechar los lazos entre la nación mexicana y las que lleguen al evento, con la finalidad de poder diversificar las exportaciones y con ello, que lleguen más inversiones al país.
Durante su participación en cinco foros, la Titular de Economía abordó temas como los retos del comercio internacional, la manufactura avanzada, el panorama estratégico de América Latina, así como la industria 4.0. Así mismo presentó una ponencia acerca de las oportunidades económicas de México y el futuro de la interdependencia económica global.
México llega a la cita de Davos con una reducción inesperada en sus índices de crecimiento. Así lo reafirmó el Fondo Monetario Internacional (FMI) que rebajó sus perspectivas de crecimiento para América Latina, en parte por las menores expectativas de crecimiento de México en este año, que calcula sea de 1.0% y no de 1.3% que antes había previsto.
En contraste a ello, Márquez apuntó sin embargo como factores de optimismo la mejora de la inversión pública, las expectativas de mayor inversión privada una vez se haya ratificado definitivamente el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el repunte del consumo.
Luego de que México registrara en el 2019 un crecimiento nulo (del 0 por ciento), la secretaria de Economía manifiesta su optimismo sobre la economía del país en el 2020. La administración actual reconoce que para asegurar el crecimiento de México será importante mantener la estabilidad de las variables económicas, por lo que su compromiso se mantiene alineado a este objetivo.
Análisis de nuestro Equipo de Trabajo:
Mientras México y América Latina en su conjunto, a excepción de Brasil que tiene una industria aeroespacial importante, el resto debemos atender la calidad en procesos y servicios e involucrarnos profundamente con Políticas Públicas para atender “calidad” y “seguridad en cadena de suministros”. De igual modo es necesario crear una campaña formal contra la corrupción, que solo se hará implementando obligatoriedad de atender estos procesos de calidad, teniendo en cuenta la CERTIFICACIÓN como elemento que nos obligue a entrar en PROCESOS DE CALIDAD.