En medio de vientos económicos en contra y creciente tensión a través del Estrecho de Taiwán, el presidente Xi Jinping aprovechó su discurso del Día Nacional a la nación, en el 75° aniversario de la fundación de la República Popular China, para reafirmar el respaldo incondicional a Hong Kong y Macao.
Al mismo tiempo, envió su primera advertencia directa a los defensores de la independencia en Taiwán desde que William Lai Ching-te sucedió a Tsai Ing-wen como líder de la isla autónoma.
Xi dijo que Taiwán era ‘el territorio sagrado de China’. Beijing ha acusado repetidamente a Lai de enviar señales peligrosas sobre la independencia.
En su discurso en el banquete de estado, Xi reiteró que Beijing implementaría de manera precisa y completa “un país, dos sistemas”, reafirmó el principio de que “el pueblo de Hong Kong administre Hong Kong” y enfatizó que con un fuerte respaldo de Beijing, la ciudad y Macao podrían mirar hacia adelante. a un futuro mejor.
Xi también destacó el compromiso de China de salvaguardar la paz mundial y defender un orden mundial equitativo; y que el liderazgo del Partido Comunista era clave para el futuro desarrollo y modernización de China.
En ese sentido, anticipó grandes dificultades derivadas de desafíos enormes, pero, con la solidaridad de toda la nación bajo el liderazgo del Partido Comunista, no había ninguna dificultad que China no pudiera conquistar ahora.
Económicamente, el discurso de Xi estuvo enmarcado por declaraciones recientes de que sólo enfrentando los desafíos de la rivalidad tecnológica y la reforma económica podría China mantener el rumbo hacia su objetivo de convertirse en una gran potencia moderna. A pesar de los logros de los últimos 75 años, una lección de la historia china es que un país tecnológicamente atrasado será intimidado por otros.
Por eso el liderazgo de China se está centrando en el desarrollo económico y de alta tecnología. En ese sentido, Hong Kong seguirá desempeñando un papel evolutivo en el desarrollo del país, proporcionando un puente económico y tecnológico hacia China frente a las políticas de contención estadounidenses.
Tras el tercer pleno del Partido Comunista en julio, que fijó la dirección económica del país para los años venideros, Xi hizo de la profundización de la reforma para corregir las fallas en el sistema de investigación científica una tarea nacional importante, para “cultivar una economía grande, bien estructurada y de alto nivel”. equipo de calibre de talento innovador”.
Preparando el escenario para las celebraciones del 75º aniversario, un editorial del People’s Daily decía que ‘la clave para la modernización al estilo chino reside en la modernización tecnológica’.
Pidió confianza, unidad y trabajo duro frente a “diversas contradicciones, riesgos y desafíos”, especialmente a la hora de forjar tecnologías autóctonas.
Si bien China está orgullosa de sus logros, reconoce los desafíos que le esperan, pero tiene confianza en el futuro.