Las exportaciones de China se aceleraron inesperadamente en agosto, alcanzando su valor más alto en casi dos años y brindando un inusual impulso a una economía agobiada por presiones deflacionarias.
Las exportaciones aumentaron casi un 9% respecto al año anterior a unos 309.000 millones de dólares, la cifra más alta desde septiembre de 2022 y superando con creces las estimaciones. Las importaciones aumentaron sólo un 0,5%, dijo el martes la administración de aduanas, dejando un superávit comercial de 91.000 millones de dólares para el mes.
Las exportaciones chinas han sido un punto positivo para una economía que lucha contra una crisis inmobiliaria y la deflación. Sin embargo, la afluencia de bienes baratos a los mercados globales ha provocado reacciones negativas en Estados Unidos, América del Sur y Europa, poniendo en duda la sostenibilidad de la estrategia de crecimiento de Beijing.
Las exportaciones de China siguen siendo fuertes
Pero las importaciones se han estancado porque la economía interna está débil.
“La economía china sigue mostrando tendencias divergentes, con una demanda interna débil y una fuerte competitividad exportadora”, afirmó Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management. “La pregunta es cuánto tiempo podrán mantenerse fuertes las exportaciones, dado el debilitamiento de la economía estadounidense y la creciente tensión comercial”.
Los datos no impresionaron a los inversores. El índice CSI 300 de China se acercó a su nivel de cierre más bajo desde enero de 2019 en medio de preocupaciones sobre la economía. El rendimiento de los bonos gubernamentales chinos a 10 años se acercó a un nuevo mínimo histórico, mientras que el yuan offshore apenas registró cambios tras las recientes caídas frente al dólar.
Los indicadores económicos de agosto hasta el momento muestran que la economía está teniendo dificultades para recuperar impulso tras un inicio complicado en la segunda mitad del año. La actividad fabril se contrajo por cuarto mes consecutivo, mientras que la inflación básica se enfrió hasta su nivel más bajo en más de tres años. Se esperan más datos el 14 de septiembre.
Si bien la continua expansión de las exportaciones es positiva para la economía, las empresas chinas se están viendo obligadas a reducir los precios para asegurar las ventas, ya que el volumen de los envíos ha aumentado más rápido que el valor en los últimos meses. Los datos publicados el lunes mostraron que los precios al productor siguieron cayendo, y los precios de los bienes manufacturados cayeron un 2,7% en agosto respecto del año anterior.
La creciente oleada de productos chinos más baratos está poniendo nerviosos a cada vez más países. Algunos ya han impuesto aranceles a los coches eléctricos, al acero y a otros productos.
Las exportaciones a casi todos los mercados crecieron, con expansiones de dos dígitos en los envíos a la Unión Europea, India y Brasil. Las exportaciones a Estados Unidos crecieron un 5,1% hasta alcanzar el nivel más alto desde septiembre de 2022, mientras que los envíos a Rusia también se recuperaron.
Los envíos de productos de acero aumentaron a 9,5 millones de toneladas, la mayor cantidad en tres meses, a pesar de la resistencia de los socios comerciales.
“La debilidad de las importaciones en China refleja su débil demanda interna”, dijo Raymong Yeung, economista jefe para la Gran China en Australia & New Zealand Banking Group. “El fuerte superávit comercial generará muchas preocupaciones sobre el exceso de capacidad de China, el tema de interés de los responsables políticos de Estados Unidos y Europa”.