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sábado, octubre 5, 2024
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El renminbi se resiste a la devaluación liberando reservas en dólares para contrarrestarla

El Tesoro de Estados Unidos publicó su último informe cambiario la semana pasada. No ha generado mucho entusiasmo. La fortaleza del dólar plantea una cuestión cambiaria más importante para la actual coyuntura económica internacional que otras monedas, pero el informe no dedica suficiente discusión a esto. Además, las posiciones externas de los principales países con superávit plantean errores estructurales más irritantes que la evolución del tipo de cambio.

No obstante, varios temas destacados están bien explorados, mientras que otras partes no dan en el blanco. ¿Cuáles son los aciertos y errores?

Los golpes

El primer golpe es el debate del Tesoro sobre la economía y la posición externa de China. El informe documenta los esfuerzos de China para resistir la depreciación del renminbi frente al dólar y ofrece sugerencias estándar –repitadas por analistas dentro y fuera de China– sobre cómo China puede reequilibrar su economía desde la inversión dirigida por el Estado y la dependencia/sobrecapacidad externa hasta el consumismo y los servicios internos. Quizás el tercer pleno del XX Comité Central de China escuche el coro.

El debate adquiere mayor fuerza al profundizar en la calidad y las crecientes discrepancias de los datos externos de China, planteando la cuestión de si los superávits del país son mayores de lo informado. Aunque el análisis no satisfará a los estudiosos acérrimos de la balanza de pagos de China, el Tesoro plantea los problemas básicos al analizar los datos de las aduanas versus los de la balanza de pagos.

Hay pocas razones para suponer que China esté interviniendo en el mercado del renminbi en un grado considerable. Se basa en señales y medidas administrativas para resistir la depreciación del renminbi. Si China interviene, puede ser que esté vendiendo dólares. Al discutir la evolución del renminbi, el Tesoro, con razón, vuelve a la confusión sobre los datos de reservas e intervención de China, destacando la opacidad de las prácticas monetarias chinas.

En cuanto a la balanza de pagos china y las cuestiones monetarias, el Fondo Monetario Internacional debería estar preparado para profundizar. El FMI comentó sobre los datos de aduanas versus balanza de pagos en respuesta a una pregunta en su conferencia de prensa de la Consulta del Artículo IV de China en mayo, aunque la declaración final de la misión tenía poco que decir sobre las cuentas externas de China. El aparente llamado del FMI a una depreciación del renminbi podría ser enormemente contraproducente desde el punto de vista de la economía política.

Ahora se presta mucha atención a los acontecimientos políticos y electorales europeos, las tensiones de la Unión Europea con China dadas las tensiones entre Estados Unidos y China y la lenta recuperación económica. En medio de estos acontecimientos, la atención mundial ha pasado a la enormidad del excesivo superávit en cuenta corriente de Alemania. Es de esperar que el informe del Tesoro comience a revertir esta tendencia. Analiza –demasiado brevemente– algunos de los determinantes estructurales de los grandes superávits de Alemania, incluida la baja inversión, y también argumenta de manera demasiado mansa y diplomática que el freno de la deuda del país sofocará una inversión muy necesaria.

Si bien el enfoque del Tesoro en Vietnam puede parecer obsesivo –especialmente porque sus superávits pueden verse influenciados por la reubicación fuera de China, lo que presumiblemente Estados Unidos debería ver como algo positivo–, el debate sobre la falta de transparencia en las prácticas cambiarias y de reservas de Vietnam está bien desarrollado. . Ese enfoque complementa la discusión sobre la falta de transparencia cambiaria china. El Tesoro merece elogios por su impulso generalizado para mejorar la transparencia cambiaria. El FMI debería hacer lo mismo abiertamente.

Las señoritas

La reincorporación de Japón a la “lista de seguimiento” ha generado titulares. Esto debería plantear dudas sobre la evaluación excesivamente cuantitativa que hace el Tesoro de sus principales socios comerciales. Si la cuenta corriente de un país es demasiado material, la intervención demasiado grande y el superávit bilateral demasiado significativo, superar dos de estos tres coloca automáticamente al país en la “lista de seguimiento” (excepto a China, que es “supervisada” pase lo que pase).

El yen está lastrado por grandes diferenciales de tipos frente a Estados Unidos. La política monetaria japonesa se está endureciendo gradualmente, pero sigue siendo acomodaticia (y de manera apropiada, como bien sabe el Tesoro). Japón también ha estado interviniendo para frenar las presiones cambiarias a la baja. Pero las acciones de Japón se ven eclipsadas por los acontecimientos en Estados Unidos y es probable que el yen se mantenga débil hasta que las tasas estadounidenses bajen significativamente. ¿Qué “vigilará” el Tesoro?

La importancia de los equilibrios bilaterales es económicamente dudosa, aunque difícil de pasar por alto dada la política interna y los estatutos de informes cambiarios. Pero el umbral del Tesoro para un gran superávit bilateral es de 15.000 millones de dólares, lo que equivale a un minúsculo 0,05% del producto interno bruto estadounidense. El Tesoro debería al menos elevar el umbral, si no, considerar eliminar el peso igual de los saldos bilaterales con los otros dos criterios y, en cambio, invocarlo más como un factor cualitativo.

El informe del Tesoro contiene un buen análisis de la evolución económica de Estados Unidos y del mundo, de las reservas de divisas y de los movimientos del mercado. Sin embargo, se debería haber prestado mucha más atención a la fortaleza del dólar. El informe elogia inmodestamente el crecimiento de Estados Unidos y su papel en el sostenimiento de la actividad global. Lo que falta, sin embargo, es una próxima vinculación entre las tasas de interés más altas de Estados Unidos y la combinación de políticas para impulsar fuertemente el dólar en los mercados cambiarios, contribuyendo a los desequilibrios en cuenta corriente de Estados Unidos y actuando como telón de fondo para las fuerzas proteccionistas.

En definitiva, el último informe –aunque tal vez no nos mantenga despiertos– subraya temas importantes que merecen una mayor atención de la comunidad monetaria y financiera internacional.

Fuente: https://www.omfif.org/2024/06/china-and-the-renminbi-dominate-us-foreign-exchange-concerns/?utm_source=omfif+update&utm_medium=email&utm_campaign=omfif+update

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