Los inversores y los hogares chinos han estado comprando oro como refugio del caos inmobiliario y del mercado de valores local, lo que ha ayudado a sostener los precios récord del activo refugio.
China fue el principal punto positivo a nivel mundial para las joyas de oro y los flujos de inversión en 2023, según el informe trimestral del grupo industrial World Gold Council, ya que los mercados locales de propiedad, acciones y divisas decepcionaron tras la salida del país de los bloqueos de Covid-19.
Junto con la demanda “desbordante” de los bancos centrales, según el WGC, la demanda china ayudó a impulsar el precio del oro a niveles récord el mes pasado y a mantenerlo por encima de los 2.000 dólares por onza troy este año.
La demanda de inversión china de oro (que abarca lingotes y monedas) creció un 28 por ciento a 280 toneladas, compensando en gran medida una fuerte caída en Europa. El consumo de joyería del país aumentó un 10 por ciento a 630 toneladas el año pasado, incluso cuando la demanda mundial se mantuvo estable.
‘China fue clave en gran parte de lo que sucedió el año pasado’, dijo Louise Street, analista senior de mercados de WGC. ‘Cuando nos fijamos en el sector de consumo, China no es el factor que fija los precios, pero sí proporciona un piso’.
El índice bursátil CSI 300 del país ha caído más de una quinta parte el año pasado, mientras que el valor de las ventas de viviendas nuevas entre los mayores promotores del país en diciembre bajó un 35 por ciento respecto al año anterior.
Los inversores chinos se enfrentan a una “contienda desagradable” sobre dónde colocar el enorme nivel de ahorros que han acumulado durante la pandemia, según Colin Hamilton, analista de BMO. ‘La exposición al oro se ha convertido en una necesidad para las carteras chinas, ya que siguen esperando desinflación e incertidumbre sobre los ingresos’, dijo.
Los analistas de la UBS dijeron que la demanda china había sido ‘subestimada’ como factor que impulsa los precios del oro.
En general, la demanda de oro cayó un 5 por ciento a 4.448 toneladas el año pasado, enfriándose después de un sólido 2022, según el informe del WGC. Sin embargo, después de incorporar los flujos extrabursátiles y de acciones (que capturan una fuente opaca de compras por parte de personas ricas, fondos soberanos y especuladores del mercado de futuros, así como cambios en los inventarios de las bolsas), la demanda anual alcanzó su nivel más alto registrado en 4.899 toneladas.
Los niveles récord de demanda y los crecientes precios del oro se produjeron a pesar de los aumentos de las tasas de interés el año pasado, que aumentaron el atractivo de los bonos en relación con el activo no rentable. Eso ayudó a impulsar la demanda de inversión de oro a un mínimo de 10 años de 945 toneladas.
Pero contrarrestando esa debilidad en la demanda de inversión estuvieron las compras de los bancos centrales lideradas por China, Polonia y Singapur, que ayudaron a mantener las compras netas por encima de las 1.000 toneladas.
Fuente: https://www.ft.com/content/7ff81cfe-2f76-4bfb-80e3-506c6e33fc68?segmentId=0fc62d53-ea95-d3de-ed07-69b4b8ee45b3