China está planeando implementar medidas para ayudar a las empresas de comercio exterior a expandirse en el mercado interno, mientras busca compensar el impacto de una guerra comercial cada vez más intensa con Estados Unidos.
El Ministerio de Comercio está explorando actualmente las formas más efectivas de ayudar a los exportadores a orientarse hacia el mercado interno, y el ministro Wang Wentao visitó una empresa comercial textil en Shanghai durante el fin de semana, según Yuyuan Tantian, una cuenta de redes sociales afiliada a la emisora estatal CCTV.
Para los exportadores chinos, pasar a vender a nivel nacional conlleva una serie de desafíos, incluida la adaptación a diferentes preferencias de los consumidores, sistemas de pago y regímenes regulatorios.
“La integración del comercio interno y externo y el apoyo a las empresas exportadoras para ampliar sus ventas locales será una estrategia a largo plazo, más que una respuesta temporal a los shocks externos”, señala el informe de Yuyuan Tantian.
La medida se produce en medio de una serie de aumentos arancelarios por parte del presidente estadounidense Donald Trump, con Washington aumentando los aranceles sobre todos los productos chinos en un 20 por ciento y, según se informa, preparándose para implementar un régimen arancelario recíproco más amplio el próximo mes.
Pekín ha respondido imponiendo aranceles a diversos productos estadounidenses, así como endureciendo las restricciones a la exportación de varios minerales críticos. Pero la guerra comercial ya se siente en toda la economía china.
Las exportaciones de China crecieron un 2,3 por ciento interanual durante los dos primeros meses de 2025, una desaceleración significativa en comparación con el crecimiento del 10,7 por ciento registrado en diciembre.
Mientras tanto, Beijing convocó a ejecutivos de Walmart para conversaciones la semana pasada, después de informes de que el gigante minorista estadounidense estaba presionando a sus proveedores chinos para que bajaran sus precios para compensar el impacto de aranceles más altos.
El ministro de Comercio, Wang, ofreció otra muestra de apoyo a los exportadores con su visita a la empresa comercial textil, un sector que está en el centro de la guerra comercial.
Estados Unidos es un mercado importante para la industria textil y de la confección china. El año pasado, aproximadamente el 17 % de las exportaciones chinas de textiles y confección se dirigieron a Estados Unidos, mientras que los productos chinos representaron aproximadamente el 24 % de las importaciones estadounidenses, según Yuyuan Tantian.
El informe destacó que el gobierno era consciente de que orientarse hacia las ventas nacionales no sería un proceso sencillo para muchas empresas.
Para ayudar a facilitar la transición, el Ministerio de Comercio planea organizar una serie de exposiciones en todo el país para asesorar a los exportadores sobre cómo adaptar sus canales de venta y estándares de productos para el mercado interno.
“Ampliar las ventas internas de las empresas de comercio exterior no consiste en deshacerse de las exportaciones no vendidas, sino en llevar productos de comercio exterior de alta calidad al mercado interno”, afirma el informe.
La estrategia encaja con los crecientes esfuerzos de Pekín por impulsar la demanda interna. El domingo, el gobierno presentó un amplio plan para impulsar el consumo, que abarca desde la reducción de los costes de las guarderías hasta la estabilización de los mercados inmobiliario y bursátil.
Se observan indicios de mejora gradualmente. Los datos publicados el lunes muestran que las ventas minoristas en China aumentaron un 4 % interanual en los dos primeros meses de 2025, superando las expectativas del mercado.