El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido a los líderes de la UE que no soliciten reembolsos al organismo con sede en Nueva York este año para ayudar a compensar la suspensión de las contribuciones estadounidenses que lo han obligado a recortar sus operaciones.
La petición se produjo en vísperas de una cumbre de líderes de la UE en Bruselas el jueves, dijeron tres funcionarios al Financial Times.
Esto ocurre cuando el principal funcionario humanitario de la ONU dijo que la crisis presupuestaria causada por la administración Trump significa que se está viendo obligada a tomar “decisiones de vida o muerte sobre dónde podemos salvar vidas mejor”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recortado el financiamiento de la ayuda internacional , poniendo en peligro partes del trabajo de la ONU que dependen de Washington para más del 20 por ciento de su presupuesto.
Los contribuyentes, como la UE y sus Estados miembros, pueden solicitar la devolución de su dinero no utilizado, reembolsos que Guterres rechazó. Los programas más afectados por los recortes de financiación estadounidenses incluyen el apoyo a cerca de un millón de refugiados rohinyá desplazados de Myanmar, según informó Guterres a los líderes de la UE, según los funcionarios informados sobre sus conversaciones.
El gasto de la ONU este año sería inferior al 90 por ciento del presupuesto planificado debido a la incertidumbre sobre la financiación estadounidense, según un documento interno visto por el FT.
“Además de los retrasos previstos en la aprobación de proyectos de ley por parte del gobierno estadounidense, el nivel de fondos también podría ser una preocupación”, escribió el departamento financiero de la ONU el mes pasado, instando a los funcionarios a “adoptar un patrón de gasto más lento”.
Tom Fletcher, subsecretario de asuntos humanitarios de la ONU, dijo al FT que Estados Unidos había sido una “superpotencia humanitaria durante años”.
“Se han salvado cientos de millones de vidas gracias a la financiación estadounidense”, afirmó. “Y de repente, ahora tenemos que rediseñar por completo nuestros programas”.
“Estamos tomando decisiones brutales, decisiones de vida o muerte sobre dónde podemos salvar vidas mejor”, dijo Fletcher.
Dijo que los coordinadores humanitarios de cada país habían elaborado planes sobre qué programas recortar. «Daremos la recomendación a finales de semana… qué programas reducir y si hay programas que debamos suspender por completo».
Algunos países se vieron más afectados que otros por los recortes estadounidenses, dijo, mencionando a la República Democrática del Congo, donde dos tercios de la financiación procedieron de Washington.
Fletcher, cuya oficina supervisa toda la labor humanitaria en las organizaciones de la ONU, afirmó que casi la mitad de los llamamientos humanitarios habían sido financiados por Estados Unidos. «Dependíamos enormemente, y en retrospectiva, excesivamente, de un solo donante».
Dijo que la cuestión de la financiación era “un problema mucho mayor que el de Washington”, ya que muchos países europeos, incluidos el Reino Unido y Suecia, estaban redirigiendo fondos de los esfuerzos humanitarios a la defensa en el contexto de la amenaza planteada por Rusia.
“Hay una compensación muy directa, por ejemplo, en el Reino Unido, eso es lo que se escucha”, dijo Fletcher, y agregó que había señales de que Francia reduciría las contribuciones, así como potencialmente Alemania, una vez que se forme su nuevo gobierno de coalición.
Dijo que si bien esos recortes no se hacen por “razones ideológicas” como en Estados Unidos, “duelen igual de bien”.
Fletcher dijo que esperaba que la ONU llegara a más de la mitad de los 116 millones de personas que apoyaron el año pasado, a pesar de que casi la mitad de su financiación provenía anteriormente de Estados Unidos. “Tiene que ser más que eso”.
Fuente: https://www.ft.com/content/66e64ae2-f750-4bf8-a648-2faae7d24c42?shareType=nongift
