El yuan chino registró una fuerte caída en medio de una creciente incertidumbre cuando el candidato republicano Donald Trump declaró su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El miércoles, el yuan extranjero había caído en un momento más de 900 puntos básicos frente al dólar estadounidense, cayendo por debajo de la marca de 7,19, antes de recuperar algo de terreno.
Es probable que la incertidumbre de los inversores internacionales dé como resultado un dólar estadounidense más fuerte, al menos en el corto plazo, dijo Nick Marro, economista principal para Asia de The Economist Intelligence Unit.
El impacto inflacionario de los aranceles comerciales propuestos por Trump también complicaría las perspectivas de flexibilización monetaria de Estados Unidos, particularmente si los precios generales al consumidor volvieran a subir por encima del 3 por ciento, lo que es muy probable si Trump cumple sus amenazas políticas, añadió Marro.
‘Un dólar estadounidense más fuerte durante más tiempo, junto con tasas de interés estadounidenses más altas durante más tiempo, podrían preservar el amplio diferencial de tasas de interés entre Estados Unidos y China, particularmente porque las políticas monetarias chinas siguen siendo acomodaticias’, dijo.
‘Junto con los riesgos geopolíticos, entre ellos el espectro de una escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, estos factores preservarán la presión depreciatoria sobre el yuan’.
Sin embargo, el Banco Popular de China probablemente intervendría para controlar el alcance de cualquier depreciación y evitar una espiral descendente que erosionaría aún más la ya débil confianza en la economía de China, dijo Ding Shuang, economista jefe para la Gran China de Standard Chartered.
Es probable que el tipo de cambio entre el dólar estadounidense y el yuan se convierta en una de las monedas de cambio en las negociaciones entre China y Estados Unidos sobre aranceles, dijo Ding.
Trump se ha quejado de que el dólar estadounidense está sobrevaluado, lo que a su vez ha afectado la competitividad de las exportaciones estadounidenses, ha aumentado el déficit comercial y ha perjudicado su sector manufacturero y sus empleos.
‘Trump espera que el dólar estadounidense no sea demasiado fuerte y afecte su competitividad externa, mientras que China no quiere que el yuan esté demasiado débil’, añadió Ding.
‘Es posible que las dos partes puedan encontrar una intersección’.