Todos los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump en lo que va de año incrementarán los costos para un hogar típico en $3,800 al año, según un nuevo análisis.
Las crecientes guerras comerciales de Trump, destinadas a restaurar la industria manufacturera estadounidense, tienen un costo elevado y creciente para los consumidores estadounidenses. Los aranceles del “Día de la Liberación”, anunciados el miércoles, costarán a un hogar estadounidense típico $2,100 al año, ya que los comerciantes trasladan los impuestos de importación a los consumidores, según estimaron economistas del Laboratorio de Presupuesto de Yale. Sumados a los aranceles previamente anunciados sobre automóviles, acero, aluminio y productos de Canadá y México, todas las políticas arancelarias de Trump costarán $3,800 al año, según el laboratorio.
“El resultado final aquí, con aranceles tan grandes y amplios, es que podemos esperar que en algún momento en el futuro muchos productos de consumo experimenten un aumento de precios”, dijo John Dove, profesor de economía en la Universidad de Troy en Alabama.
Los aumentos de costos relacionados con los aranceles probablemente afectarán desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos, afirmó Dove.
Estos hogares tienden a gastar una mayor proporción de sus ingresos en bienes sujetos a aranceles, como alimentos, energía y ropa, a diferencia de los hogares de altos ingresos que gastan más en servicios, como viajes y ocio, que no están sujetos a ellos. Los hogares de bajos ingresos se verán obligados a tomar decisiones difíciles con su dinero, escribió James Knightley, economista internacional jefe de ING, en un comentario.
“Los hogares con presiones financieras reducirán el gasto en algunas áreas para permitirse el aumento de precios de los productos básicos”, escribió Knightley. “También es probable que esto implique un aumento de la morosidad en los préstamos al consumo en un entorno donde los datos de la Reserva Federal de Filadelfia muestran un récord del 10,5% de los titulares de tarjetas de crédito que solo pueden pagar el pago mínimo de su factura mensual”.
Dove afirmó que evitar los aranceles comprando productos “Hechos en EE. UU.” probablemente no sea una contramedida eficaz.Muchos productos fabricados en Estados Unidos contienen piezas o materiales del extranjero, por lo que sus precios también subirán. El aumento de precios en productos extranjeros también dará a los fabricantes estadounidenses la posibilidad de aumentar sus propios precios.
“Como empresa, cuando los costos aumentan, hay que encontrar la manera de absorberlos de alguna manera”, dijo Dove. “Y muchas veces, eso se traduce en precios al consumidor más altos”.
