Los fabricantes estadounidenses informaron fuertes caídas en los nuevos pedidos y el empleo en febrero, lo que alimentó los temores de que la economía esté perdiendo impulso a medida que las expectativas de crecimiento también cayeron drásticamente.
El índice de gerentes de compras del sector manufacturero ISM cayó el lunes a 50,3 en febrero desde 50,9 el mes anterior, dejándolo justo por encima del territorio de contracción, mientras que los índices secundarios apuntaron a una fuerte caída en los nuevos pedidos de 55,1 a 48,6.
La estimación actual del crecimiento del PIB estadounidense realizada por el Banco de la Reserva Federal de Atlanta, también publicada el lunes, apuntó a una caída del 2,8 por ciento en el primer trimestre, una disminución mucho más pronunciada que la caída del 1,5 por ciento que había sugerido el viernes.
Las cifras llegan en medio de crecientes preocupaciones sobre el impacto que las agresivas políticas comerciales del presidente estadounidense Donald Trump tendrán en la economía estadounidense, mientras las corporaciones sopesan la posibilidad de imponer fuertes aranceles a los principales socios del país.
El lunes, Trump confirmó que seguiría adelante con su plan de imponer aranceles del 25 por ciento a México y Canadá a partir del martes, a pesar de una sugerencia de su secretario de Comercio, Howard Lutnick, el día anterior de que el alcance y el momento de los gravámenes aún estaban por definir.
Los economistas dijeron que la incertidumbre sobre los aranceles había estado afectando la confianza, y agregaron que un fuerte salto en un indicador de precios pagados en el informe ISM apuntaba a crecientes preocupaciones sobre el impacto inflacionario de los gravámenes.
“Varios sectores están viendo cómo los pedidos se agotan en medio de una elevada incertidumbre en torno a la política comercial”, dijo Oliver Allen, economista estadounidense senior de Pantheon Macroeconomics.
“Al menos una parte del aumento anterior del índice manufacturero ISM de octubre a enero reflejó que los fabricantes se apresuraron a completar los pedidos antes de que se aplicaran los aranceles, una prisa que ahora parece estar disminuyendo”, agregó.
El lunes, el índice bursátil S&P 500 cerró con una baja del 1,8% tras su peor sesión del año, impulsado por el anuncio de aranceles de Trump. El Nasdaq Composite, con una fuerte presencia tecnológica, cayó un 2,6%.
La cifra de la tasa de crecimiento del primer trimestre de la Reserva Federal de Atlanta marcaría un cambio después de que la economía estadounidense creciera a una tasa anualizada del 2,3 por ciento en el cuarto trimestre, aunque este fue un final más débil de lo esperado para un año apuntalado por un consumidor estadounidense resistente.
La fuerte caída del indicador GDPNow estuvo influenciada por datos comerciales pobres, cifras débiles de construcción y la lectura mediocre del ISM.
Sin embargo, los economistas de Goldman Sachs fueron más optimistas respecto del PIB y dejaron sin cambios su estimación de seguimiento para el primer trimestre en una tasa de crecimiento anualizada del 1,6 por ciento.
Jack Kleinhenz, economista jefe de la Federación Nacional de Minoristas, dijo que la economía estadounidense había entrado en 2025 con un “buen impulso”.
Pero añadió que el panorama se está volviendo menos claro, como resultado de “corrientes cruzadas”, incluidas las restricciones a la inmigración, los aranceles y la desregulación.
“Aunque los datos económicos recientes siguen siendo sólidos, nos preocupan los riesgos a la baja”, dijo.
Fuente: https://www.ft.com/content/9c728717-54da-4d29-a338-59c0ceacd840?shareType=nongift
