Donald Trump ha elegido a Peter Navarro como asesor principal en comercio y manufactura, instalando a un defensor belicoso de la promesa del presidente electo de imponer amplios aranceles a las importaciones estadounidenses en un papel influyente en la Casa Blanca.
“Su misión será ayudar a promover y comunicar con éxito las agendas de fabricación, aranceles y comercio de Trump”, escribió Trump en Truth Social, su plataforma de redes sociales.
Navarro fue asesor comercial y manufacturero durante el primer mandato de Trump. A menudo chocaba entre bastidores con los asesores económicos de Trump mientras éste lo alentaba a tomar medidas comerciales agresivas. Trump siempre ha querido a Navarro, a quien a menudo llama “mi Pete” entre bastidores.
La decisión de traer a Navarro indica que Trump está decidido a seguir adelante con sus amplias propuestas arancelarias de campaña. Se produce después de que Trump decidiera no darle a Robert Lighthizer, su representante comercial estadounidense en su primer mandato, un puesto de alto nivel en su administración entrante. Lighthizer es ampliamente visto como un arquitecto clave de la agenda comercial de Trump, y su ausencia había generado preocupación entre algunos de los aliados proteccionistas del presidente electo.
Desde que ganó las elecciones, Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones procedentes de Canadá y México, dos de los aliados más cercanos de Estados Unidos, así como aranceles adicionales del 10% a las importaciones chinas.
También planteó la posibilidad de imponer aranceles del 100% a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica si no abandonan sus planes de crear una moneda común para competir con el dólar.
Navarro, de 75 años, cumplió una sentencia de cuatro meses de cárcel por desacato al Congreso por obstaculizar el panel de la Cámara que investigaba el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio.
Trump ha estado ocupando sus altos cargos de política económica desde el día de las elecciones.
Trump anunció recientemente que nominaría al ex jefe de gabinete de Lighthizer, Jamieson Greer, como su nuevo representante comercial en Estados Unidos. También seleccionó al inversionista Scott Bessent para dirigir el Departamento del Tesoro, así como al ejecutivo de Wall Street Howard Lutnick como su secretario de Comercio.Trump también le ha encomendado a Lutnick la tarea de supervisar la agenda comercial de la administración entrante, lo que plantea dudas sobre quién está tomando la iniciativa en el asunto.
Navarro, un economista educado en Harvard que alguna vez se postuló para el Congreso como demócrata, era profesor de negocios en California cuando atrajo por primera vez la atención del equipo de Trump. Un asistente lo escuchó hablar sobre China en la radio. En ese momento, la campaña carecía de expertos y Trump quería hacer de una postura agresiva hacia China un mensaje clave para los votantes.
Después de llegar a la Casa Blanca, Navarro rápidamente se estableció como una figura polarizadora tanto en estilo como en sustancia, criticando a los que llamó los asesores “globalistas” que Trump trajo a su administración. En ocasiones, los críticos de Navarro en la administración, incluidos algunos que no eran tan estrictos en materia comercial, le impidieron asistir a reuniones clave.
Navarro persistió, ayudando a animar la postura dura con China que condujo a la guerra comercial y a los fuertes aranceles de Trump. Su función incluía trabajar para impulsar la fabricación nacional y, durante la pandemia, Navarro ayudó a organizar la respuesta del gobierno.
La combinación de asesores populistas y de Wall Street de Trump podría lidiar con desacuerdos similares en el segundo mandato del presidente electo.
