El presidente chino, Xi Jinping, pidió a los funcionarios que mantengan la calma frente a los desafíos nacionales y globales, señalando que Beijing adoptará un enfoque mesurado ante las nuevas restricciones comerciales y de inversión de la administración Trump.
China “debe mejorar sus capacidades políticas y responder con calma a los desafíos provocados por los cambios en la situación nacional e internacional”, dijo Xi a los altos funcionarios, incluidos miembros del Politburó y del Consejo de Estado del partido, según un informe de la Agencia de Noticias Xinhua del miércoles.
Los comentarios coinciden con las medidas más radicales adoptadas hasta el momento por el presidente Donald Trump contra China en su segundo mandato, lo que aumenta el riesgo de que las relaciones empeoren pronto.
Washington ha aumentado la presión restringiendo el gasto de Pekín en sectores estratégicos estadounidenses como la tecnología y la energía, instando a México a imponer sus propios aranceles a las importaciones chinas y presionando para que se apliquen tarifas a los buques comerciales fabricados en China para contrarrestar su dominio en la construcción naval.
La Casa Blanca también está trabajando en restricciones más duras para los semiconductores e instando a los aliados clave a que aumenten sus propios límites a la industria de chips de China, con el objetivo de frenar los avances tecnológicos de Beijing, informó Bloomberg News . Las crecientes tensiones ya han sacudido a los inversores globales y han arrastrado a las acciones chinas.
“Estados Unidos, en mi opinión, ha estado ansioso por pelear con China, pero China no ha mordido el anzuelo”, dijo el miércoles Peter Alexander, director ejecutivo de la consultora Z-Ben Advisors, con sede en Shanghai, a Bloomberg TV.
“Pero, como sabéis, nos encaminamos hacia dos realidades”, afirmó. “Espero que sea aquella en la que se pueda llegar a un acuerdo”.
Por ahora, ambos países parecen interesados en mantener una relación delicada. El viceprimer ministro chino, He Lifeng, habló el viernes con el secretario del Tesoro, Scott Bessent (el segundo contacto de alto nivel desde que Trump asumió el cargo), lo que indica que la comunicación continúa. Trump también ha destacado sus vínculos personales con Xi y dijo la semana pasada que era posible un nuevo acuerdo comercial con China .
El llamado a la calma de Xi se hace eco del enfoque inicial de China a la guerra comercial durante el primer mandato de Trump.
En ese momento, Pekín hizo hincapié en la paciencia estratégica y se propuso aliviar las tensiones mediante negociaciones. Pero a medida que la presión aumentó, China cambió su posición y adoptó una postura más asertiva con un conjunto de tácticas conocidas como diplomacia del “guerrero lobo”, que reflejaban la creciente frustración de Pekín con la imprevisibilidad de Washington.
Sin embargo, ahora China parece más experimentada y preparada. Desde que el arancel del 10% impuesto por Trump a los productos chinos entró en vigor a principios de este mes, Beijing ha respondido con rapidez pero con cuidado, apuntando a los productos estadounidenses con aranceles diseñados para evitar un impacto mayor en su propia economía, al tiempo que da señales de que tiene más formas de golpear a las empresas estadounidenses si es necesario.
“Responderemos con decisión a las prácticas intimidatorias unilaterales de Estados Unidos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi , en la Conferencia de Seguridad de Múnich este mes.
Estabilidad social
En sus últimas declaraciones, Xi también pidió a los altos funcionarios mantener la estabilidad social, promover la recuperación sostenida de la economía y mejorar constantemente el nivel de vida de las personas.
China está tratando de recuperarse de una desaceleración económica prolongada, en un momento en que sus fuertes exportaciones se enfrentan a una presión creciente por las tensiones comerciales en el exterior. El año pasado, una serie de ataques públicos violentos despertaron la preocupación de los residentes, que relacionaron estos incidentes con el aumento de los problemas económicos.
Xi se reunió recientemente con importantes empresarios chinos en lo que se considera un esfuerzo por restablecer la confianza en el sector privado. Los economistas esperan que la próxima reunión del parlamento nacional introduzca nuevas medidas para impulsar el consumo .
“Seguimos pensando que se necesita un estímulo político enérgico para impulsar la confianza del consumidor y hacerla más sostenible”, dijo Marcella Chow, estratega de mercado global de JPMorgan Asset Management.
En declaraciones a Bloomberg TV el miércoles, advirtió que el reciente repunte de las acciones chinas plantea la posibilidad de que el gobierno se muestre complaciente con respecto a la adopción de nuevas medidas. Unas relaciones comerciales entre Estados Unidos y China más estables y predecibles también serán un catalizador clave para impulsar nuevas ganancias en el mercado chino, afirmó.