El sentimiento económico en Alemania se desplomó este mes, ya que el debilitamiento de las opiniones sobre la salud de la economía mundial exacerbó un panorama ya sombrío.
El Indicador ZEW de Sentimiento Económico, que rastrea las expectativas económicas de los analistas para los próximos seis meses, cayó 22,6 puntos mensuales a 19,2 en agosto.
Esta cifra estuvo muy por debajo del pronóstico de 29,0 de un consenso de economistas encuestados por The Wall Street Journal, y se ubica como la mayor caída mensual desde julio de 2022.
El deterioro de las esperanzas económicas para la eurozona, Estados Unidos y China significó que el sentimiento hacia los sectores intensivos en exportaciones, un motor clave de la economía de Alemania, disminuyó, dijo el martes el presidente del ZEW, Achim Wambach.
“Es probable que las expectativas económicas aún se vean afectadas por una alta incertidumbre, impulsada por una política monetaria ambigua, datos comerciales decepcionantes de la economía estadounidense y crecientes preocupaciones sobre una escalada del conflicto en el Medio Oriente”, agregó.
Más recientemente, eso se expresó en turbulencias en los mercados bursátiles internacionales, dijo, cuando mayores temores de recesión en Estados Unidos provocaron una liquidación temporal del mercado.
La valoración del ZEW sobre la situación económica actual de Alemania también disminuyó, en 8,4 puntos, hasta -77,3.
Esto viene después de que los datos mostraron que la economía de Alemania se contrajo inesperadamente en el segundo trimestre del año, ya que el país no logró salir de una caída en el sector manufacturero.
Aunque los economistas tienden a creer que Alemania registrará un repunte económico moderado en el resto del año, impulsado por el aumento de los ingresos y el mayor gasto de los consumidores, siguen existiendo incertidumbres en torno al camino por delante.
El Banco Central Europeo redujo su tasa de interés clave en junio por primera vez desde 2019, pero dijo que necesita datos que muestren una desaceleración más sostenida de la inflación antes de relajar nuevamente la política monetaria. Mientras tanto, el gobierno de Alemania sigue paralizado por rivalidades internas dentro de su coalición y reglas fiscales que limitan el gasto y la reforma.
“La encuesta ZEW confirma la impresión de que la economía alemana no se ha recuperado del todo… el optimismo de la primavera se ha esfumado por completo”, dijo el economista jefe de Deutsche Bank para Alemania, Robin Winkler.
