El gigante de la moda rápida en línea Shein invertirá alrededor de 270 millones de dólares en el Reino Unido y Europa durante los próximos cinco años para abordar el desperdicio de la industria mientras se prepara para una posible salida a bolsa en Londres.
El peso pesado de la moda dijo el miércoles que invertiría 250 millones de euros (270,3 millones de dólares), la mayor parte de los cuales se destinará a un fondo para apoyar a las empresas que buscan tecnologías de reciclaje textil para combatir el desperdicio, una preocupación importante que afecta a la industria. El resto se asignará a marcas y diseñadores regionales para hacer crecer sus negocios con los servicios de mercado de Shein y posibles inversiones en I+D o instalaciones de producción piloto en el Reino Unido y Europa.
La inversión se produce en medio de preocupaciones generalizadas sobre la sostenibilidad de las prácticas comerciales de Shein, que se considera que contribuyen a una lenta respuesta de los reguladores estadounidenses a la solicitud de aprobación de la compañía para cotizar en Nueva York.
La compañía con sede en Singapur presentó de manera confidencial una solicitud de oferta pública inicial para sus acciones en Londres, informó The Wall Street Journal el mes pasado, después de que la presentación en Estados Unidos languideciera ante los reguladores durante meses.
La solicitud estadounidense se ha visto obstaculizada por las tensiones entre Estados Unidos y China, donde se fundó la empresa. Entre los problemas que rodean la cotización en Estados Unidos se encuentran las preocupaciones sobre la sostenibilidad, la transparencia de la cadena de suministro de la empresa y las acusaciones de trabajo forzoso en la región china de Xinjiang.
‘Shein tiene tanto la responsabilidad como la oportunidad de acelerar innovaciones que puedan abordar la huella ambiental de la industria de la moda’, dijo el miércoles el presidente ejecutivo Donald Tang al anunciar la inversión.
En mayo, Shein emitió un comunicado para abordar los informes de los medios que cuestionaban las condiciones laborales en las fábricas de algunos de sus proveedores externos. ‘Estamos trabajando activamente para mejorar las prácticas de nuestros proveedores, incluida la garantía de que las horas trabajadas sean voluntarias y que los trabajadores reciban una compensación justa por lo que hacen’, dijo la empresa en ese momento.
El minorista de comercio electrónico trabaja con una red de fabricantes contratados externos en todo el mundo, incluidos China, Brasil y Turquía.
Con su ropa de moda y de precios ultrabajos, Shein ha irrumpido en la industria de la moda. La empresa tiene un modelo de negocio bajo demanda, basado en pedidos pequeños en el lanzamiento inicial y reabastecimiento dependiendo de la popularidad de los productos.
La creciente demanda de ropa y accesorios de Shein ha empujado a rivales como la sueca H&M y la española Inditex, propietaria de Zara, a intensificar sus esfuerzos mejorando la eficiencia, reduciendo costos o invirtiendo en productividad.