El estancamiento en la producción en distintos lugares del mundo por al impacto del Coronavirus y la escasez de productos básicos para enfrentar la pandemia debido a la alta demanda ha provocado que muchas empresas desarrollen planes similares a los utilizados en tiempos de guerra.
A medida que la pandemia se apodera de Occidente, lo que resulta en más infecciones y muertes que en China, donde comenzó el brote, la demanda global de distintos bienes y servicios ha disminuido, desde bolsos y turismo hasta automóviles liberando la capacidad de las industrias, misma que puede aprovecharse para producir equipos médicos en escasez.
Varios líderes mundiales se han pronunciado al respecto y han enmarcado la crisis como una lucha en tiempos de guerra como es el caso del presidente francés Emmanuel Macron y el presidente Donald Trump, quien en una conferencia de prensa dijo que la Casa Blanca invocaría la Ley de Producción de Defensa para combatir el Coronavirus, “en caso de que lo necesitemos”. Esa ley le otorga al presidente poderes para exigir e incentivar a las empresas a producir bienes vinculados a la defensa nacional.
Después de conversaciones con la administración el presidente Trump, con apoyo de compañías como General Motors Co. y Ford Motors Co. dijeron que estaban examinando si podían poner a trabajar sus fábricas inactivas para confeccionar equipos médicos.
En el Reino Unido, el Primer Ministro Boris Johnson, organizó una conferencia telefónica con docenas de los principales fabricantes del país, pidiéndoles que ayuden a aumentar la producción de ventiladores y otros equipos médicos. El fabricante de automóviles Vauxhall ofreció comenzar a ensamblar los dispositivos en una planta del oeste de Inglaterra.
El gobierno alemán está considerando redistribuir a los trabajadores desempleados como los camareros para cosechar sus campos, porque el cierre de las fronteras está bloqueando a muchos trabajadores temporales de Europa del Este, dijo la Ministra de Agricultura y Alimentación, Julia Klöckner, en una conferencia de prensa a la nación.
LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE, productor francés de artículos de lujo, dijo esta semana que redirigiría la producción en tres fábricas de cosméticos y perfumes en Francia para hacer desinfectante para manos. Las plantas normalmente producen para tres de las marcas de élite de la compañía: Dior, Givenchy y Guerlain. La compañía se dio cuenta de que tenía en existencia los ingredientes esenciales para producir desinfectante: alcohol etílico, agua purificada y glicerina, aseguró un funcionario de LVMH.
El gigante francés de las bebidas espirituosas Pernod Ricard SA dijo estar haciendo desinfectante en plantas en los Estados Unidos y suministrando alcohol para que otros lo hagan a partir de plantas en Europa. Eso incluye destilerías de whisky para las marcas Pernod Rabbit Hole en Kentucky, Smooth Ambler en West Virginia y TX Whiskey en Texas. En Suecia, la marca Absolut Vodka de Pernod está donando alcohol para la producción de desinfectante para manos.
El productor francés de Bluejeans vio caer la demanda cuando las tiendas en todo el país se encontraron obligadas a cerrar a fines de la semana pasada después de un decreto del gobierno para detener el contagio, dice el fundador Thomas Huriez. Luego, un grupo de médicos llegó con una solicitud para que produjera máscaras sanitarias improvisadas según las instrucciones que escribió un hospital.
Con la caída del turismo y los viajes de negocios, algunas aerolíneas están reubicando flotas para asegurar el flujo de bienes esenciales. La carga se mueve casi siempre en aviones de pasajeros, ahora se establecen medidas para sustituir este medio por el transporte terrestre debido a la pandemia. Deutsche Lufthansa AG, que ha suspendido el 95% de sus vuelos, planea hacer entregas con aviones jumbo, dijo el presidente ejecutivo Carsten Spohr en conferencia de prensa.
Con el turismo agotándose, el Ministerio de Defensa israelí ha reutilizado dos hoteles de lujo para que sirvan como refugios de cuarentena, el Dan Panorama en Tel Aviv, que tiene vistas panorámicas del Mediterráneo, y el Hotel Dan con vistas al antiguo horizonte de Jerusalén.
La expansión del Coronavirus ha provocado que varias empresas redireccionen su objeto social no solo para poder mantenerse a flote y evitar grandes pérdidas económicas sino para hacer frente a la pandemia mundial.
Algo factible para estas empresas que redireccionan sus producciones ante la pandemia es que en estos tiempos de crisis existen menos exigencias en el cumplimiento de los requisitos para realizar estas producciones. Lo importante ahora, es garantizar que se tengan los productos básicos con los estándares mínimos para cubrir las necesidades actuales.
