Los nuevos aranceles estadounidenses del 25% sobre los automóviles y las piezas de automóviles que ingresan al país aumentarán los costos y pondrán una “enorme presión” en las cadenas de suministro, según el consultor de cadenas de suministro Scala.
A principios de esta semana, la administración Trump anunció los aranceles a los automóviles, que entrarán en vigor el 2 de abril, mientras que los de las piezas se implementarán a más tardar el 3 de mayo.
Estados Unidos importa alrededor de 8 millones de automóviles al año, mientras que los fabricantes estadounidenses dependen de piezas fabricadas en otros países, en particular México y Canadá. Alrededor del 60 % de los automóviles fabricados en Estados Unidos utilizan piezas importadas, según un estudio del banco de inversión Berstein.
Sin embargo, según CNN, cualquier pieza procedente de Canadá y México que cumpla con el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA) estará exenta de los aranceles hasta que la aduana estadounidense tenga un sistema establecido para aplicar aranceles a las piezas no estadounidenses.
El director ejecutivo de Scala, Chris Clowes, describió los nuevos aranceles como una importante escalada en la política comercial, cuyos efectos dominó se sintieron mucho más allá de Estados Unidos.
“Si bien el objetivo puede ser impulsar la fabricación nacional en Estados Unidos, la realidad es que hoy en día las cadenas de suministro automotrices son sumamente complejas, están estrechamente entrelazadas y son globales”, dijo Clowes.
“Los componentes a menudo cruzan múltiples fronteras antes de que un vehículo llegue al ensamblaje final, por lo que aranceles repentinos como este pueden aumentar los costos, no solo para los fabricantes y proveedores, sino también para los consumidores.
Este tipo de disrupción ejerce una enorme presión sobre las cadenas de suministro globales. Las empresas se verán obligadas a reevaluar sus estrategias de abastecimiento, redirigir envíos y renegociar contratos, todo ello con poca antelación.
Clowes dijo que los proveedores más pequeños podrían ser los más afectados a medida que aumentan las presiones sobre los márgenes y se vuelve incierto el acceso a los mercados clave.
Sin embargo, los fabricantes más grandes también enfrentarían desafíos, ya que la producción no puede reubicarse de manera fácil y económica.
Trasladar la producción también tiene consecuencias, como paradas de plantas y plazos de entrega más largos.
En última instancia, si el objetivo es fortalecer la manufactura, un enfoque más eficaz sería mediante negociaciones y exenciones específicas, en lugar de aranceles generalizados que perturban redes globales enteras e introducen nuevos niveles de riesgo para todos los involucrados.
Según la consultora Aevean, 116.000 toneladas de carga aérea importada a EE. UU. se verán afectadas por los aranceles, según cifras de 2024. Los productos automotrices incluidos en esta cifra son frenos, volantes, ejes de transmisión, sistemas de suspensión, cajas de cambios, carrocerías y otros.
Alemania, China y Japón son los socios comerciales más afectados en términos de volumen de carga aérea, con participaciones del 23%, 20% y 8% respectivamente. Otros países afectados son México, Corea del Sur, Italia y el Reino Unido.
De cara al futuro, Clowes afirmó que las empresas deberían prepararse para una mayor disrupción en la cadena de suministro: “Contar con cadenas de suministro resilientes que puedan adaptarse a cambios repentinos de políticas como este es fundamental para las empresas de hoy.
Con la creciente volatilidad política y económica a nivel mundial, las decisiones que impactan significativamente el comercio son cada vez más frecuentes, y a menudo con poca antelación. Las empresas deben anticipar nuevas disrupciones y estar preparadas para una formulación de políticas más reactiva y fragmentada en los próximos meses.
La industria del transporte aéreo de mercancías transporta todo tipo de repuestos de automóviles, desde parabrisas, motores, neumáticos, ejes, cajas de cambios, asientos, parabrisas, electrónica y repuestos para plantas de producción, hasta automóviles enteros.