El puerto más activo de China procesó una cantidad récord de mercancías en enero, ya que las empresas se apresuraron a embarcar sus productos antes de que entraran en vigor los aranceles estadounidenses y antes de un largo feriado local.
El puerto de Shanghái procesó un récord de 5 millones de contenedores el mes pasado, según datos publicados el lunes, muy por encima de cualquier mes anterior en datos que se remontan a 2007. El año pasado, el puerto fue el primero a nivel mundial en procesar más de 50 millones de contenedores en un año, ya que la creciente demanda mundial, la caída de los precios chinos y la amenaza de aranceles se combinaron para impulsar el valor de las exportaciones a un récord.
El año pasado, las empresas chinas enviaron directamente a Estados Unidos bienes por un valor de casi 525.000 millones de dólares, la tercera cifra más alta registrada. Sin embargo, dado que estas empresas envían cada vez más productos a Estados Unidos a través de países como México y Vietnam, la posible imposición de aranceles a todas las importaciones por parte del presidente Donald Trump también podría afectar a ese comercio.
Desde que se alcanzó ese récord el mes pasado, Estados Unidos ha impuesto nuevos aranceles a todos los productos procedentes de China, lo que ha encarecido esos envíos. China ha respondido con sus propios aranceles que entrarán en vigor el lunes, aunque sólo se impusieron a una pequeña fracción de las importaciones procedentes de Estados Unidos.
Los datos de Shanghái probablemente incluyan alguna carga nacional, pero los datos muestran que el cercano puerto de Ningbo también vio un aumento en la carga. Se informó que el mes pasado se procesaron 59 millones de toneladas de comercio exterior en el puerto.
A pesar del récord, los flujos comerciales se desaceleraron en la última semana de enero y la primera semana de febrero, según datos gubernamentales separados, ya que las empresas cerraron durante más de una semana durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
Algunas empresas reanudaron sus actividades a fines de la semana pasada, pero no se publicarán datos comerciales oficiales hasta principios de marzo, ya que el gobierno combina los primeros dos meses de datos para suavizar la volatilidad en torno al feriado.
Los aranceles impuestos la semana pasada podrían no ser la última medida de Estados Unidos, ya que Trump ha pedido que se revise si Pekín ha cumplido con un acuerdo comercial firmado durante su primer mandato. Un informe que se publicará el 1 de abril podría dar lugar a nuevas medidas punitivas por parte de Washington.
Bloomberg Economics estima que un impuesto adicional del 10% podría eliminar el 40% de los productos chinos enviados a Estados Unidos, poniendo en peligro el 0,9% del producto interno bruto de China.