México puso fin a un programa que permitía a los importadores de prendas de vestir y textiles estadounidenses evitar el pago de aranceles mientras utilizaban los almacenes mexicanos como centros de cumplimiento para productos terminados de bajo costo procedentes de fuera de México que se envían directamente a los consumidores estadounidenses.
La medida, anunciada la semana pasada, probablemente dé como resultado que las marcas de comercio electrónico estadounidenses trasladen su logística de regreso a Estados Unidos o cambien a proveedores de logística en Asia, según dijeron fuentes al Journal of Commerce . Ninguna de las dos opciones está exenta de costos o riesgos.
“¿Qué impacto tendría esto en el comercio electrónico estadounidense en su conjunto?”, dijo Matthew Hertz, fundador y director ejecutivo de Third Person, una plataforma que ayuda a las marcas de comercio electrónico a encontrar y conectarse con socios de distribución. “Habrá empresas que sufrirán”.
El uso de proveedores logísticos externos (3PL) con sede en Estados Unidos que realizan los envíos desde ubicaciones en ese país se traduce en mayores costos laborales, que se compensarían en cierta medida con tiempos de entrega más cortos a los clientes, dijo Hertz.
Si bien cambiar al cumplimiento directo desde Asia es rentable para las marcas estadounidenses que se abastecen en Asia, expondría a los importadores al riesgo de mayores trastornos regulatorios si en 2025 se modifica un programa estadounidense que permite importar a Estados Unidos envíos individuales de 800 dólares o menos por día libres de impuestos.
El decreto mexicano, revelado el 19 de diciembre por la presidenta Claudia Sheinbaum, esencialmente detiene el uso, para categorías enteras de prendas de vestir y textiles, del llamado programa IMMEX de México, que permite a las empresas diferir los aranceles a la importación de materias primas y componentes utilizados en la producción de bienes destinados a la exportación.
Los 3PL que se centran en México también se verán afectados, ya que su negocio ha sido efectivamente eliminado por los cambios.
La medida de Sheinbaum también aumentó los aranceles al 35% (frente al 20% actual) sobre 121 prendas de vestir y textiles. Otra categoría de textiles verá los niveles arancelarios aumentar al 15% desde el 10%.
“Estos aumentos tienen como objetivo nivelar el campo de juego para las industrias mexicanas que enfrentan la competencia de importaciones de menor precio, particularmente de países sin acuerdos de libre comercio con México, y permanecerán vigentes hasta el 23 de abril de 2026”, dijo el martes el bufete de abogados comercial Sandler, Travis, & Rosenberg en una nota a clientes.
Los volúmenes de importación de comercio electrónico afectados por el decreto ahora estarán disponibles para 3PL más diversificados y enfocados en el cumplimiento que no están demasiado expuestos a México, así como para 3PL globales que tienen servicios de cumplimiento para comercio electrónico en los EE. UU.
“Hemos estado hablando de esto desde hace mucho tiempo”, dijo Hertz sobre la posibilidad de que las marcas estadounidenses de ropa y textiles que venden por Internet importen a Estados Unidos a través de México para evitar los aranceles. “Es una laguna jurídica. Las lagunas jurídicas son buenas hasta que ya no están disponibles”.
Dijo que ya ha oído hablar de 3PL que ofrecen alivio en los costos de transición para las marcas de comercio electrónico que necesitarán trasladar inventario fuera de México. Su estimación conservadora del valor de los servicios 3PL que ahora están en juego para regresar a los EE. UU. es de $10 mil millones.
“Es una gran tarea que absorber y que se realizará rápidamente”, afirmó Hertz.
Incertidumbre sobre las franquicias arancelarias
El decreto de Sheinbaum llega en medio de un panorama cambiante para los llamados envíos de la Sección 321 de Estados Unidos, también conocidos como “de minimis”. La administración Biden anunció en septiembre que pondría fin al tratamiento libre de impuestos para todos los envíos que normalmente estarían sujetos a aranceles del 25% de la Sección 301 sobre las importaciones chinas, aranceles implementados originalmente durante la primera administración Trump.
Si bien esa norma eliminaría el umbral libre de impuestos de 800 dólares para la mayoría de los envíos desde China, aún no hay un cronograma para su implementación.
“Hasta el momento, el cronograma y la implementación exacta siguen siendo inciertos, pero la mayoría de las personas cercanas a la situación han entendido que las marcas probablemente tenían hasta abril para hacer la transición”, escribió el director ejecutivo de Flexport, Ryan Petersen, en un comentario en X el lunes. “La mayoría de las marcas ya estaban planeando salir de los centros logísticos mexicanos y repatriar ese trabajo tan pronto como los detalles estuvieran más claros”.
