El puerto de Progreso, en la península de Yucatán en México, es conocido principalmente por su terminal de cruceros, pero el nuevo presidente mexicano ve potencial para que desempeñe un papel más importante en los flujos de carga de la costa del Golfo del país.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció recientemente planes para ampliar la infraestructura del puerto y la conectividad interior.
“Finalmente vamos a hacer realidad que el puerto de Progreso sea un puerto de aguas profundas”, afirmó, y agregó que la ampliación debería demorar unos tres años.