Las carreras del futuro ya no tendrán un nombre propio, ahora lo que se necesitará es certificar habilidades tecnológicas y habilidades blandas.
Estudiar medicina, leyes o ingeniería no solo es un tema que se cuestionan los jóvenes, también es un asunto que ha complicado, porque nada les garantiza que concluir estas carreras les abran las puertas del mundo laboral a diferencia de algunos años atrás. Detrás de este fenómeno hay una culpable: tecnología.
El impacto de la inteligencia artificial (IA) generativa en el futuro de la educación es profundo y multifacético, especialmente en el ámbito corporativo, donde las empresas están transformando la manera en que capacitan a sus empleados y redefiniendo las habilidades necesarias para el éxito. Esto también desafía a las universidades a repensar sus modelos de negocio y sus programas académicos.
“No solo tienen que conocer la herramienta, necesitan un desarrollo de habilidades tanto en el aspecto técnico, como de soft skills que muchas personas no tienen o tienen un enfoque muy general. Por ejemplo, se habla más sobre liderazgo, pero ahora más bien debes pensar en creatividad, empatía, resiliencia”, apunta Fabio Filho, líder de educación, entrenamiento en AWS.
Un abogado tendrá la exigencia en el conocimiento técnico sobre leyes, pero también en lenguajes de programación, pues parte del uso de aplicaciones y desarrollo de tecnologías requiere también hacer evaluaciones o investigaciones sobre el código de muchas aplicaciones. O sea, se necesitarán habilidades en lenguaje de programación, pero también comprobar que existe la habilidad para investigar y el conocimiento técnico legislativo.
Sin embargo, Filho afirma que existe un reto muy grande por parte de las universidades, pues los programas educativos aún mantienen un programa educativo más tradicional, y muchas de las habilidades que requieren en la actualidad las empresas, aún no forman parte de estos cuadros de estudio.
La Encuesta de la OCDE, en torno a cómo se están preparando gobiernos e instituciones públicas en torno a la enseñanza de temas como Inteligencia Artificial evidencian esta problemáticas.
“Una revisión de los documentos de orientación política muestran que, si bien la integración de la IA para apoyar el aprendizaje estudiantil está bien representada, pocos documentos consideran el papel de la IA en el avance del desarrollo profesional de los docente. Esto sugiere una necesidad urgente de planificación estratégica para la adopción de tecnología digital que mejore de manera equitativa los resultados tanto para los estudiantes como para los docentes”, señala el organismo.
Según el documento, menos del 5% de las 200 startups de EdTech más prometedoras de Europa en 2024 se centraron en el apoyo a los docentes. De manera similar, en el ámbito académico, una revisión sistemática reciente sobre la adopción de IA en la educación superior reveló que solo el 17% de los 138 estudios analizados tenían al personal docente como usuarios previstos de la IA para el aprendizaje.
Fredy Vega, CEO de Platzi, las universidades tendrán que enfocarse en desarrollar habilidades más que crear egresados con un título específico de educación, pues las empresas además están buscando estas capacidades certificadas.
“En el futuro, es esencial que las decisiones sobre la adopción de tecnología digital en las aulas equilibren el valor educativo con consideraciones más amplias de costo-beneficio. Los sistemas educativos deben adoptar estratégicamente la complementariedad entre métodos basados en evidencia y prácticas mejoradas tecnológicamente para impulsar una transformación significativa en la enseñanza”, apunta OCDE.
Además con el avance de la IA generativa, surgen nuevas áreas de especialización. Las carreras del futuro estarán orientadas hacia habilidades complementarias a la IA, como la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas complejos.
En este contexto, las universidades tienen la oportunidad de transformarse en laboratorios de innovación y en plataformas que combinen la educación tradicional con herramientas digitales avanzadas. Sin embargo, de acuerdo con el ejecutivo de AWS, su éxito dependerá de su capacidad para colaborar con empresas tecnológicas, ofrecer experiencias de aprendizaje personalizadas y fomentar habilidades humanas que complementen la automatización.
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