Embraer ha reducido sus expectativas de entrega del E-Jet para 2024 debido a la escasez de motores y otros problemas en la cadena de suministro que continúan obstaculizando la capacidad del fabricante brasileño para acelerar la producción.
‘Hemos visto mejoras en la cadena de suministro, pero todavía enfrentamos desafíos con grupos específicos de componentes, principalmente motores y piezas estructurales’, dijo a los inversores el director ejecutivo de Embraer, Francisco Gomes Neto, el 8 de noviembre.
‘Nuestra división de aviación comercial se enfrenta a importantes retrasos en la cadena de suministro, principalmente en la línea de montaje E2’, añade, hablando durante la conferencia telefónica sobre los resultados del tercer trimestre de Embraer.
Debido a esos retrasos, Embraer ahora anticipa entregar entre 70 y 73 E-Jets este año, por debajo de su estimación anterior de 72 a 80 entregas, dice.
Embraer no ha ajustado sus previsiones de entrega de aviones de negocios, y todavía prevé entregar entre 125 y 135 de esos aviones, que incluyen aviones ligeros Phenom y medianos Praetor, este año. La compañía obtuvo una ganancia de 182 millones de dólares en el tercer trimestre, casi tres veces su ganancia de 64 millones de dólares en el mismo período del año pasado.
Los comentarios de Gomes Neto refuerzan el grado en que la escasez dentro de la industria aeroespacial comercial continúa obstaculizando la producción de nuevos aviones, incluso varios años después de que tales problemas surgieran durante la recuperación pospandémica.
Atribuye la escasez de motores a una demanda cada vez mayor y no cita tipos de motores específicos, aunque los E190-E2 y E195-E2 de Embraer están propulsados por turbofanes con engranajes (GTF) de la serie Pratt & Whitney PW1000G, que ahora están sujetos a un retiro global enormemente disruptivo. . El otro avión comercial en producción de Embraer, el E175 de generación anterior, tiene GE Aerospace CF34.
El retiro de P&W, resultado de errores de fabricación que afectaron a los componentes metálicos, obligó a las aerolíneas a suspender sus aviones para inspecciones prolongadas y aumentó la demanda de GTF de repuesto. Al mismo tiempo, Embraer y Airbus buscan impulsar la producción de nuevos aviones propulsados por GTF.