Volvo Car abandonó su objetivo de tener una línea totalmente eléctrica para finales de la década, diciendo que todavía era probable que vendiera algunos modelos híbridos mientras el mercado enfrenta una transición cada vez más accidentada hacia los vehículos eléctricos.
El fabricante de automóviles sueco dijo el miércoles que entre el 90% y el 100% de su volumen de ventas globales para finales de la década consistiría en automóviles electrificados, una combinación de modelos totalmente eléctricos e híbridos enchufables. Eso se compara con el objetivo anterior de que su línea sea totalmente eléctrica para 2030.
La compañía dijo que esa brecha potencial del 10% permitiría vender un número limitado de modelos híbridos suaves si fuera necesario.
La decisión se produce en un momento en que el mercado de vehículos eléctricos se está desacelerando en medio de una serie de desafíos, que van desde la imposición de aranceles y la retirada de incentivos gubernamentales en algunos países hasta un despliegue de infraestructura de carga más lento de lo esperado. Mientras tanto, los fabricantes de automóviles europeos enfrentan una competencia cada vez más dura de sus rivales chinos con sus agresivas estrategias de precios.
El anuncio de Volvo Car se produce dos días después de que su rival Volkswagen dijera que no podía descartar el cierre de la producción de vehículos y las fábricas de componentes en Alemania para reducir costos en medio de una dura competencia y una desaceleración del mercado de vehículos eléctricos.
‘Está claro que la transición a la electrificación no será lineal, y los clientes y los mercados se están moviendo a diferentes velocidades de adopción’, dijo el director ejecutivo de Volvo Car, Jim Rowan, en un comunicado.
Volvo Car cuenta con cinco modelos totalmente eléctricos en su plantilla (el EX40, el EC40, el EX30, el EM90 y el EX90) y tiene otros cinco en desarrollo. El grupo dijo que su objetivo a largo plazo sigue siendo convertirse en una empresa de automóviles totalmente eléctricos y alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040.
Sin embargo, el grupo recortó sus objetivos de reducción de CO2 a corto plazo: la compañía ahora apunta a una reducción del 30% al 35% de las emisiones por automóvil en 2025 en comparación con 2018, por debajo del objetivo anterior de una reducción del 40%. Mientras tanto, se espera que para 2030 las emisiones caigan entre un 65% y un 75% en comparación con 2018, por debajo del objetivo firme de una reducción del 75% anterior.