Roma cita la “estabilidad financiera” mientras busca calmar el nerviosismo del mercado luego de una medida sorpresa
Las acciones de los bancos italianos recuperaron algo de terreno el miércoles después de que el gobierno intentara abordar la agitación del mercado retrocediendo parcialmente en su impuesto sorpresa sobre las ganancias inesperadas en el sector.
El Ministerio de Finanzas dijo en un comunicado el martes por la noche que el impuesto sobre los ingresos netos por intereses tendría un tope del 0,1 por ciento de los activos, sin especificar exactamente qué medida se usaría. Los analistas de Jefferies dijeron que el tope reduciría a la mitad el impacto esperado del impuesto.
Intesa Sanpaolo y UniCredit, los dos bancos más grandes del país, abrieron más del 2 por ciento en las primeras operaciones del miércoles.
Una persona con conocimiento de las discusiones dentro del gobierno dijo que el Ministerio de Finanzas se había “luchado” para encontrar una solución que al menos “calmara parcialmente el nerviosismo del mercado”.
El Ministerio de Finanzas dijo que el tope estaba “dirigido a salvaguardar la estabilidad financiera de los prestamistas”.
El analista de Jefferies, Marco Nicolai, dijo el miércoles que “nuestras estimaciones actualizadas son de 30 puntos básicos de capital básico de nivel uno [capital, una proporción clave de la salud financiera de los prestamistas] impacto en promedio para los 10 bancos que cubrimos, reducido a la mitad [en comparación con] el escenario donde no se aplica un tope”.
Una fuente bancaria en Milán dijo que el límite haría que el impuesto fuera “mucho más manejable” y recaudaría unos 1.800 millones de euros, en contraste con estimaciones anteriores de más de 4.500 millones de euros emitidas por analistas de Jefferies y Equita.
Un borrador de texto inicial que establecía los detalles del impuesto, filtrado después de que se aprobara la medida, decía que el gravamen tendría un tope del 25 por ciento de los activos netos de los bancos, pero una versión oficial posterior el martes por la tarde no mencionó ningún tope y agregó a la confusión.
Los mercados habían reaccionado con sorpresa, haciendo que las acciones de los principales prestamistas italianos cayeran entre un 5,9 y un 10,8 por ciento para el momento en que finalizó la negociación el martes.
El Ministerio de Finanzas agregó el martes por la noche que los bancos que ya habían ajustado sus tasas de depósito “como se recomendó en una nota del Banco de Italia en febrero” no verían ningún impacto significativo del impuesto propuesto.
Un ejecutivo bancario en Milán dijo que “el ping-pong fue impactante”, pero agregó que indicaba que el gobierno había tomado en cuenta la reacción negativa.
El impuesto, aprobado en una reunión de gabinete el lunes por la noche, aún debe obtener la aprobación parlamentaria. De proceder, se aplicará a los ingresos netos por intereses generados por la brecha entre las tasas activas y pasivas de los bancos.
La medida aparentemente precipitada siguió a la presión política sobre la coalición derechista del primer ministro Giorgia Meloni para hacer más para ayudar a los hogares afectados por el aumento de las tasas y la inflación. Su administración había criticado previamente a los bancos que no transmitían las subidas de tipos de interés a los pequeños ahorradores.
La medida obtuvo cierto apoyo de la oposición el martes: el líder del movimiento populista Cinco Estrellas, Giuseppe Conte, dijo en las redes sociales: “Más vale tarde que nunca”. Los legisladores del Partido Demócrata de centroizquierda también aplaudieron la medida.
El gobierno dijo el martes que el umbral para imponer el gravamen del 40 por ciento se basaría en la diferencia entre los ingresos netos por intereses en 2021 y la cifra de 2022 o 2023, la que fuera mayor. Los bancos pagarían el impuesto una vez que sus ingresos netos por intereses para el año seleccionado excedieran 2021 en un 5 por ciento o un 10 por ciento.
FUENTE: https://www.ft.com/content/4db1e071-9ff1-44f1-a92a-c01a048aad17?shareType=nongift
