Por Dr. Rogelio González.
Ninguna región del mundo es autosuficiente, este nuevo amanecer Post Pandemia nos ha hecho abrir los ojos a un nuevo mundo.
Estamos redireccionando suministros hacia mercados, ahora mucho más maduros, experimentados y resilientes, claro, los que han logrado sobrevivir y mantenerse funcionales, todos ellos que han logrado aprovechar el aprendizaje serán los que lideren sus ecosistemas regionales, financiera y logísticamente hablando.
Estos negocios resilientes han de replantearse sus fortalezas y debilidades ya que, algo ha quedado claro, la seguridad con todo lo que ello implica, nos lleva a estrategias como el “friendshoring”, un ejemplo de ello es el T-MEC o USMCA.
El “friendshoring” es ya un término que va cobrando fuerza, usado por primera vez como “ally shoring” o “ally and friendshoring” por autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica, para referirse a las relaciones comerciales no solo estratégicas si no más allá, relaciones comerciales con naciones amigas.
Para aprovechar estos tratados comerciales y exprimir al máximo sus capacidades será necesario el análisis estratégico de las necesidades, ya que para lograr, por ejemplo, lo mejor del T-MEC es necesario crear la infraestructura de un ecosistema logístico, un corredor a través del cual el intercambio comercial se logre de la manera más eficiente posible.
México por su parte cuenta con diversos tratados comerciales con países latinoamericanos subutilizados, que convendría subir a una plataforma de comercio como el T-MEC, ya que ellos por su parte cuentan con importantes acuerdos, por poner un ejemplo, la Unión Aduanera del Triángulo del Norte, compuesta por Guatemala, Honduras y El Salvador; cuentan una vasta cantidad de Zonas Francas; Panamá posee un gran HUB Logístico que conecta con el Norte, Centro y Sudamérica.
Una plataforma comercial podría crear cadenas regionales de suministro, (un encadenamiento productivo) que beneficiaría a las economías más rezagadas del sur de México, nueve de los 32 Estados en dicha región tienen el PIB más bajo del país. El sudeste mexicano también adolece de la migración, pues en temporada de cosechas la fuerza de trabajo del campo se traslada a los Estados Unidos para conseguir trabajo; y de la misma manera, México recibe fuerza de trabajo desde Centro y Sudamérica en los campos de trabajo.
La Globalización 2.0 es una realidad en la que vivimos hoy por hoy, las estrategias aplicadas a cada actividad para la generación de capital económico y humano son necesarias; y dichas estrategias requieren de la eficiencia de procesos.
